¿Por qué sientes que no mereces más?
Imagina que estás frente a una puerta cerrada. Sabes que al otro lado hay todo lo que deseas: amor, éxito, bienestar, paz interior. Sin embargo, cada vez que intentas girar la manija, algo dentro de ti te detiene. ¿Y si no lo mereces? ¿Y si no estás listo? ¿Y si es demasiado bueno para ser verdad?
Este diálogo interno no es casualidad. Es el reflejo de creencias que se han instalado en tu mente a lo largo de los años, formando un bloqueo silencioso pero poderoso: la sensación de no merecer lo mejor de la vida. Pero aquí está la verdad: tú eres el único que puede abrir esa puerta.
¿Qué es el merecimiento personal y por qué es clave en tu vida?
El merecimiento personal es la creencia profunda de que eres digno de recibir amor, éxito, salud y felicidad. No se trata de arrogancia ni de ego, sino de reconocer tu valor intrínseco como ser humano.
El problema es que muchas personas han sido condicionadas a creer lo contrario. Frases como “tienes que esforzarte el doble para merecer algo”, “no seas ambicioso”, o “primero los demás” han sembrado la idea de que recibir lo bueno es un privilegio exclusivo de unos pocos. Pero no es así.
Cuando crees que no mereces, inconscientemente rechazas oportunidades, saboteas tus logros y te conformas con menos de lo que realmente deseas. Cambiar esta mentalidad es la llave para transformar tu vida.
¿Cómo identificar tus bloqueos de merecimiento?
Para empezar a sanar, primero debes reconocer qué te está deteniendo. Aquí algunos síntomas comunes de una baja sensación de merecimiento:
- Postergas tus sueños porque crees que “no es el momento adecuado”.
- Aceptas relaciones tóxicas porque sientes que no puedes aspirar a algo mejor.
- Saboteas tus logros minimizando tus éxitos o restándole importancia a tus habilidades.
- Tienes miedo al éxito porque sientes que no estás listo o que no lo sostendrás en el tiempo.
- Te cuesta recibir ayuda o regalos porque sientes que “no lo necesitas” o que luego tendrás que devolver el favor.
Si te identificaste con alguno de estos puntos, es momento de hacer un cambio.
El primer paso: Reprograma tu mente para recibir
Las creencias de merecimiento no son estáticas. Así como fueron instaladas, también pueden ser reprogramadas. Aquí tienes un ejercicio práctico para comenzar:
Ejercicio: “El Diario del Merecimiento”
Durante los próximos 7 días, escribe cada noche:
- Tres cosas buenas que te sucedieron en el día (pueden ser pequeñas, como recibir un cumplido o disfrutar un café caliente).
- Cómo contribuiste a que esas cosas pasaran (para reforzar la idea de que eres parte activa de tu bienestar).
- Una afirmación de merecimiento para cerrar el día, como: “Merezco amor y abundancia en mi vida”.
Este ejercicio entrena a tu mente para reconocer y aceptar lo bueno con gratitud, eliminando gradualmente la sensación de culpa o insuficiencia.
Abre las puertas a una vida plena
El merecimiento no es un destino, sino una práctica diaria. Cuanto más trabajes en fortalecer tu creencia de que eres digno de recibir lo mejor, más fácil será atraer bienestar a tu vida.
Ahora, si sientes que estos bloqueos son profundos y necesitas ayuda para reprogramarlos más rápido, te invito a dar el siguiente paso. En consulta, puedo ayudarte a identificar y eliminar esas barreras invisibles que te impiden recibir lo que realmente deseas. Reserva tu sesión aquí: www.andresrada.com/consulta
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Andrés Rada Restrepo
Psicólogo – Neuropsicólogo
Máster en Programación Neurolingüística
Certificado en: Método Silva de Control Mental,
Técnicas de Liberación Emocional, Coaching,
BioReprogramación -Biodescodificación-.
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