Definitivamente desearíamos ser como el alquimista, que todo lo que deseamos se haga realidad, esto no podemos descartarlo, pero necesitamos tomar conciencia de nuestro poder creador y luego tener una mente entrenada para que poco a poco podamos ser más efectivos al crear la realidad que deseamos.
Para iniciar tal como digo en mi Conferencia ConscienteMENTE, llegamos al mundo con la maquina más poderosa del universo sobre nuestros hombros pero nos llegó sin manual de funciones, por lo que tenemos muy poco conocimiento de cómo hacer que esta poderosa maquina llamada cerebro cree la realidad que deseamos.
Lo primero que debemos tener en cuenta es que nuestra mente se divide en consciente e inconsciente y que, según la ciencia, somos conscientes solo el 5% de las veces como mucho, y el 95% totalmente inconscientes. Esto nos lleva a un problema, y es que creemos estar tomando decisiones 100% conscientes cuando en realidad no es así, realmente tomamos en la mayoría de oportunidades decisiones que son correspondientes a las creencias que se encuentran pre-grabadas en nuestro patrón mental que en muchas ocasiones nos llevan a un resultado contrario al que queremos.
Primero que todo entendamos las funciones básicas de la mente consciente e inconsciente al menos en los temas que nos interesan para responder al título de este artículo, “¿Por qué muchos resultados van en contra de nuestros deseos?”.
Según Bruce Lipton en su libro la Biología de la Creencia, la mente consciente es la base de nuestra identidad personal, y es en donde se encuentran nuestras aspiraciones y deseos, es decir que a la pregunta ¿qué es lo que realmente quieres en la vida? La respuesta que des, proviene de tu mente consciente.
Por otro lado está la mente inconsciente, la cual funciona como un sistema de grabación y reproducción que facilita nuestras vidas, ya que cuando aprendes como hacer algo queda grabado profundamente y simplemente aparece este conocimiento nuevamente cuando es necesario para ti. Ejemplo: Caminar, montar en bicicleta, leer, etc. Son aprendizajes que no necesitas aprenderlos de nuevo, sin embargo, en el inconsciente no se almacenan programas referentes a nuestras aspiraciones y deseos.
Es aquí donde viene el problema, ya que la mente consciente permanece en el pasado o en el futuro, es decir, mantiene evocando pensamientos del pasado o pensando en situaciones que cree ocurrirán en el futuro, lo que no permite que estés atento al presente. Entonces cuando aparece un estímulo en tu vida y al no estar presente buscas automáticamente y por defecto en los programas que se crearon anteriormente en la base de datos del inconsciente. Pero estos no corresponden a programas de tus aspiraciones y deseos, son programas que grabaste al observar y escuchar a otras personas durante los primeros siete años de tu vida cuando tu cerebro estaba en una frecuencia llamada Theta, edad en la cual no somos capaces de filtrar la información que nos llega a través de nuestros sentidos aceptando esta información como una verdad y almacenándola en lo profundo del inconsciente para ser utilizada más adelante durante el transcurso de la vida.
Lo anterior quiere decir que respondemos ante las situaciones desde el inconsciente, y estas grabaciones con las que respondemos son principalmente grabaciones que hemos hecho de otras personas de la forma como ellos responderían a estímulos similares a los que ahora nos enfrentamos. Lo curioso es que podemos decir, “Noooo, yo decidí o elegí conscientemente”. El problema es que no nos damos cuenta que la decisión tomada viene del inconsciente, ¿de dónde? En su mayoría de estos programas aprendidos en los primeros siete años de vida, por lo tanto como lo decía anteriormente, de ninguna manera responden a nuestras aspiraciones y deseos y por tal motivo la posibilidad de lograr lo que deseamos se hace muy difícil, pero somos inconscientes totalmente de ello.
En resumen, el 5% del día desde nuestro consciente vamos en dirección hacia nuestras aspiraciones y deseos, y el 95 % del día operamos con bases de datos pre-programadas que adquirimos de otras personas la mayoría de ellas en nuestros primeros siete años de nuestra vida.
Ahora, ¿son estas personas de las que aprendimos nuestras programaciones culpables de que no obtengamos lo que deseamos? Por supuesto que no, ellos de igual forma obedecieron a sus propias programaciones producto de aquellas personas que influenciaron su vida en los primeros siete años de vida, y así sucesivamente hacia atrás. Así que no somos responsables de nuestras programaciones presentes, pero tampoco lo son otras personas, lo que si somos responsables es de nuestros programas mentales del futuro con base en los ajustes que hagamos hoy.
¿Tiene esto solución?, ¿Podemos aumentar el porcentaje de nuestra mente consciente para ser más efectivos en nuestra vida?
La respuesta es SI, un SI rotundo. Para esto te invito a estar pendiente de mis próximos artículos donde seguiré hablando de estos temas y cómo podemos empezar a aumentar este porcentaje y podamos vivir una Vida ConscienteMENTE que permita que seas mucho más efectivo y logres convertirte en un creador consciente de tu realidad.
Ahora, si deseas llegar a estructuras mentales más profundas y acelerar de esta manera tus resultados te invito a mi Curso Online ConscienteMENTE haciendo click aquí.
Me encantaría saber tus comentarios acerca de este tema en el espacio a continuación.
Te deseo una vida en estado de consciencia plena.
Andrés Rada Restrepo
Psicólogo – Neuropsicólogo
Máster en Programación Neurolingüística (PNL)
Coach Personal y Conferencista.
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El tema excelente’ entiendo ahora porque debo borrar la información de la onda theta,muchos programas que atentan contra mi calidad de vida…….. Mil gracias ….
Andres gracias por compartir todos tus conocimientos. Quiero aprender de tiii